CiberSucesos No. 9 | La Inteligencia Artificial y la Ciberseguridad

Una de las herramientas tecnológicas de las que más se habla hoy en día, a veces con miedo y otras veces con esperanza, es de la inteligencia artificial, a la que decidimos dedicar el presente número de CiberSucesos.

Como ha sido el caso de la gran mayoría de las nuevas herramientas que ha ido desarrollando la humanidad a lo largo de su historia, la inteligencia artificial representa un enorme potencial tanto como para usos benéficos como para otros maliciosos, y esta dualidad es también patente cuando hablamos de sus efectos para la ciberseguridad.

Es así como el tema central de nuestro presente número son los beneficios y peligros que suponen el uso de la inteligencia artificial (y técnicas como el machine learning) para la defensa de nuestras redes, incluyendo formas en que hacen más fácil y eficiente la ciberseguridad, identificando, por ejemplo, nuevas amenazas a través del análisis de patrones de comportamiento, hasta la dificultad que suponen al prestarse igualmente para mejorar las amenazas digitales con malware cada día más inteligente y silencioso.

En la misma línea, profundizando en usos maliciosos de las técnicas de inteligencia artificial, tenemos un artículo dedicado a los deepfakes, que se han vuelto mucho más fáciles de hacer en el último par de años. Qué son, cómo funcionan y qué se puede hacer para evitar caer en sus engaños, son también parte de esta edición.

En Comunidades Nacionales destacamos el avance de la Universidad de Concepción en numerosos proyectos que avanzan en el uso de la inteligencia artificial en ámbitos como la medicina, la educación y la industria forestal.  Y como ejemplo internacional, nos adentramos en la experiencia británica con el desarrollo de una estrategia de inteligencia artificial, la cual combina un foco en el desarrollo de una industria con esa tecnología con la creación de una instancia especializada en su desarrollo ético.

Finalmente, la columna legal se adentra precisamente en los detalles de nuestra propia Política Nacional de Inteligencia Artificial, desarrollada para Chile bajo el liderazgo del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, y pronta a ser publicada. La política toma en cuenta el desarrollo de la necesaria infraestructura, del capital humano necesario y de las medidas indispensables para garantizar el uso ético y responsable de los datos de las personas.